martes, 16 de junio de 2015

"Y no nos da la gana, ser una colonia norteamericana"

Después de casi una semana y media de multitudes de ciudadanos caminantes que buscaban diferentes objetivos políticos, entre ellos, la destitución del presidente, el archivo de los proyectos de impuesto a la herencia y plusvalía, etc; y por otro lado, los partidarios del gobierno, que buscaban como ellos dicen "defender la democracia", mi estado emocional se volvía un cúmulo de sentimientos, entre esos la clara preocupación por el exceso de cobro estatal, que, en mi opinión, es demasiado alto para los servicios que recibimos y por otro el cansancio, agotamiento completo a seguir escuchando el mismo discurso político que he venido escuchando desde el 2007.
Si bien, es clara y definida mi ideología política izquierdista y no hay duda de que reconozco y admiro la gran cantidad de obras realizadas por el gobierno de la "Revolución Ciudadana"; existe también su contraparte, un cúmulo de discursos agresivos que son casi parte del estilo de gobernar del régimen, varios escándalos relacionados no con el presidente, pero si con sus allegados cercanos y un sin fin de chismes que el boca a boca no deja de mencionar.

Este tiempo, que podría catalogar como una especie de caos y confrontación, ha hecho que yo trate de escapar. Mientras a diario las notificaciones sobre más y más marchas se publican, trato de introducirme en lo que me pueda servir como alivio. A pesar de que mi relación con la política es muy cercana y me lleva a la creación inmediata de millones de ideas que reposaban dormidas en mi subconsciente, creo que es tiempo de un "basta ya".

La fina línea que divide la obligación ciudadana del entrometimiento estatal en este punto es un poco imperceptible.
Los cánticos revolucionarios que han repetido mis padres y yo misma, se sienten aburridos ya.

Aunque siento terror de que exista siquiera la remota posibilidad de un nuevo control derechista para el Ecuador, necesito también un cambio de visión, una verdadera prueba de amor a la patria que me permita zafarme de estos nudos y dudas políticas, no se si esperar eso de Rafael Correa, tomándolo como el principal personaje de todo este proyecto político, o si buscar que con solo mirar la risa de un niño que tiene el desayuno escolar y educación gratuita mi corazón pueda llenarse lo suficiente.

Por mi lado, mi cabeza no ha cambiado, pero si mi nivel de convencimiento.
Y ahora la pregunta es: ¿Qué es lo que vendrá después?.






jueves, 4 de junio de 2015

Escribiendo con luz

Es difícil tratar de definir pasiones, es más, puede ser que no quiera hacerlo, pero aún sin determinarlas claramente, tengo bajo la mente que debo encontrar formas de expresión.

Mis pasiones las entiendo como formas de reflejarme, maneras de salirme de un círculo que me ahoga con .
Mi vida se ha desarrollado alrededor de una concepción individual, independiente y hasta solitaria para muchos, es así como, mientras la web se convertía en mi mayor fuente de aprendizaje y buscaba complementar mis muy básicas nociones artísticas con videos tutoriales, apareció la luz.

Mis días se llenan uno a uno de una gran diversidad de acciones, y entre estas apareció la luz.

Los recuerdos son ideas que en mi no son muy perpetuos, hay momentos que simplemente se bloquean o borran de mi subconsciente para evitarme el sentir dolor; pero por sobre estos, hay otros que no quisiera que se eliminen y así apareció la luz.

La forma romántica y sensual de desarrollar esta pasión se mezcla con la que tengo como más antigua, el escribir.

Escribir con luz.

Pero de qué forma puede mi corazón escribir con luz y no con letras?

Planeo;
Miro;
Siento;
Vivo;
Capturo;
Edito;
Revelo.

Voy contando los rostros y los sentimientos, las realidades humanas, como el significado de la vida se define en cada ser y es justamente ahí donde suena el "click".

Aunque mis manos no nacieron precisamente dotadas para que con simples colores le de un nombre al arte, mi alma fue creada para sentir más allá de mis propios latidos.

Muchas veces, en medio de imágenes que mi cerebro creaba y que la realidad no podía ver, mis labios solamente pronunciaban "quisiera que mis ojos fuesen una cámara", ahí, justo cuando recostada en medio de un césped casi seco veía, pero no podía contar, una inmensa cantidad de estrellas recubiertas de plata, entendí finalmente que debía empezar algo nuevo.

La sed de aprendizaje me lleva a inmiscuirme en extremos mini mundos, de esa forma he venido saciándome poco a poco; a pesar de que quedan varios universos más, dentro de uno ya me siento ciudadana.

Fotografía extraída desde: Clases de periodismo, http://www.clasesdeperiodismo.com/2014/06/09/la-evolucion-de-la-camara-fotografica-en-un-grafico/

















miércoles, 3 de junio de 2015

La tienda de Rafaela

El amanecer quiteño;
Las casitas de juguete que van una a una formando un arcoíris de emociones;
La neblina que baja desde el Pichincha y cubre con su manto lúgubre e inyecta de hielo los huesos de los caminantes;
Junto a esa mezcla de colores se despertaba una mujer;
Madre de seis;
Abría sus ojos día a día para atender su tienda;
Iban llegando los compradores, con distintos requerimientos, todos siempre cumplidos;
Uno a uno salían los chiquitos, cinco hombres que cuidaban a una sola hermana;
Corrían con diferentes destinos, a la escuela, al colegio, a la universidad;
Entre esos corredores estaba mi padre, pequeño, lindo, afanoso, dulce;
Todas las historias que recorrieron mi memoria desde la niñez se centraron en esta mujer;
Rafaela;
Y mi idea de ella cada vez es más noble;
Me la imagino hermosa, fuerte... luchadora;
Ella es ese ejemplo de mujer que todas quisiéramos seguir, el prototipo perfecto;
Cada foto en blanco y negro;
Cada pintura reproducida de su rostro;
Cada recuerdo contado;
Hacen que mi mente cree imágenes, dibuje ideas y atesore verdades que, aunque nunca sabré si certeras, son las que en mi sentir representan a aquel ser, mi abuela.